jueves, 17 de enero de 2013

Suspendidos todos los vuelos del B-787

El transporte aéreo tiene fama de ser el más seguro, y eso es así por muchas y buenas razones. La última de ellas y que es motivo de esta entrada ha sido la prohibición de volar aplicada a los aviones último modelo de Boeing, el flamante 787 Dreamliner.



Una vez detectados los problemas en los aviones la autoridad del país de diseño emite lo que se conoce como directiva de aeronavegabilidad, en la que se especifican las acciones correctoras a tomar para solucionar la incidencia (puedes ver aquí la directiva). Según la misma los motivos para decretar la suspensión de vuelos han sido los recientes incidentes en los que se han visto envueltos las baterías de ion-litio de la aeronave, donde un fallo ha provocado la liberación de electrolito inflamable, daños por calor y humo en dos aeronaves. La causa de los fallos esta actualmente siendo investigada, ya que de no tomarse las medidas oportunas podrían producirse daños en sistemas y estructuras críticas, existiendo además un riesgo potencial de fuego en el compartimento eléctrico.

Sin duda ha sido un duro golpe no solo para la compañía fabricante del aparato, que ve puesto en tela de juicio su modelo más moderno, sino también para todas las líneas aéreas operadoras del aparato, que verán como sus aviones se quedan en tierra y se ven obligados a buscar opciones alternativas para cumplir con sus compromisos. Ahora bien, son las decisiones difíciles las que permiten mantener los máximos niveles de seguridad en las operaciones aéreas, y podemos estar seguros de que no volverán a volar hasta que esta seguridad esté garantizada.